La comarca del Camp del Turia, al oeste de la ciudad de Valencia, antes de su transformación como territorio residencial, se caracterizaba por un paisaje agrícola donde se compartía el cultivo de regadío y de secano. Era habitual la construcción de “catxirulos” o construcciones temporales de piedra que a modo de refugio, ofrecía protección en caso de temporal.
Nuestro cliente propone a PDG Arquitectos, un reencuentro con la construcción vernácula agrícola, adaptada a segunda residencia vacacional, donde los espacios comunes cobran importancia y ofrecen una conexión con la vegetación autóctona existente.
Espacios que emocionan y te hacen sentir bien.